viernes, 15 de octubre de 2010

No se tu!!

Bueno, si se, me lo has demostrado todos estos días.
Pensaba que te irías el martes, y te acabas de marchar. Ya te echo de menos, no sabes cuanto.
Pero estoy contenta, feliz, y esperando al fin de semana que viene. Sorpresa!!!

sábado, 9 de octubre de 2010

Ahora que me has dado un respiro!!

Hace apenas 12 horas sentada en aquel banco del parque, pensé que no ibas a llegar. Por mi cabeza pasaron miles de pensamientos, miles de risas, miles de miradas, miles de esos silencios que se me hacían eternos, de los que cuando no podía más e intentaba decir algo, me tapabas la boca con tu dedo o con tus labios, obligándome a permanecer en silencio.


Pero de pronto sentí una mano en mi hombro, y “hola pecas, ¿me esperabas? Y mi corazón volvió a latir a mil por horas, nos fundimos en un abrazo, y no pude reprimir las lágrimas. Sabía que solo podría retenerte por unos días, que quizás el lunes o el martes volverías a tu ciudad y yo a mi soledad.

Había comenzado a chispear, pero me dijiste que preferías pasear, abrazada a ti, en silencio, dejando que las gotas cayeran sobre nuestras cabezas caminamos las dos manzanas que nos separaban de mi casa, del hogar que iba a compartir contigo, y del que me había apresurado a dejar limpio e inmaculado para tu llegada, salvo mi cama. Sé que te gusta verla revuelta, con mis peluches repartidos por toda ella.

Por mi cabeza pasaban un sinfín de pensamientos, pero antes de que pudiese ponerles orden y antes de que pudiese siquiera cerrar la puerta de casa, me tenías aprisionada en una esquina, tus manos se colaban por debajo de mi camiseta, y tu boca buscaba ávida la mía. De la puerta de casa al sofá, no sé ni cómo llegamos, solo sé que en menos de 3 segundos me tenías desnuda sobre ti, nunca había sentido esa sensación de deseo, de ansias, de lujuria, necesitaba apagar el fuego que sentía en mi interior, sentía tus manos, tu boca apretando mis grandes pechos. Nunca había hecho el amor con tantas ganas, con esa sensación de cómo si se fuera a acabar el mundo y tuviera que retenerte en mi interior. Mis sentidos se llenaron de ti, tu furia llena de dulzura se adueño de mí.

Era bien entrada la madrugada cuando caímos rendidos, dormidos acurrucados bajo la manta de mi piolín.


Cuando desperté sentí el deseo de dejar plasmado mis pensamientos, aunque el ruido que acabo de hacer te han despertado, me estás mirando desde la cama, con cara burlona, preguntándote que hago sentada aquí, en vez de estar contigo en la cama. no encuentras tu camiseta porque la llevo puesta yo.

-has tardado en venir a buscarla y en rodearme con tus brazos, lees y ríes detrás de mí, tus manos se han vuelto a colar debajo de tu camiseta aprisionando mis pechos de nuevo. No me dejas escribir, muerdes mi cuello provocando mi risa incontrolada.

Pensabas salir a pasear, pero llueve y yo tengo otros planes para estos tres días.