jueves, 19 de agosto de 2010

A partir de ahora...

A partir de ahora solo quedará el silencio hasta que volvamos a vernos.
Te llevo dentro de mi, y una pequeña parte de mí se queda contigo.
Apenas 280 horas y 6000 kilómetros nos van a separar.
Pero ¿Qué es eso?
Pensaba que iba a ser más difícil, pero no lo ha sido, lo has hecho fácil.

"Corre, vuela, cierra los ojos y piensa en mí, me llevarás de la mano y estaré a tu lado, y cuando menos te lo esperes apareceré detrás de ti, abrazándote y besándote"

Pronto estaré de vuelta, hasta mañana mi amor.


Ade♪

domingo, 15 de agosto de 2010

Te necesito ya!!

Tic-tac, tic-tac
Escucho el sonido que emite mi reloj.

Necesito dormir y que estas horas que me quedan sin ti pasen volando.
Escucho...
Casi no puedo mantener los ojos abiertos.
Escucho....
Silencio...
Intento dormir...
Tic-tac, tic-tac.
Oigo tus pasos por el pasillo...

Ya siento tu respiración a mi lado.
Abrázame!!!

Una y otra vez

¿Por qué para algunas personas es tan difícil pasar páginas?

Nos empeñamos en querer recibir una explicación, en querer que nos digan porque, cuando lo más fácil es seguir pasando páginas de nuestro libro y seguir leyendo, seguir escribiendo, olvidando nuestro pasado, y centrándonos en nuestro presente, nuestro futuro.

A veces leemos y releemos lo escrito queriendo darle mil significados cuando solo hay uno.

Avanza, no mires atrás. Lo que queda detrás difícilmente volverá a ocupar un espacio en tu presente, en tu futuro. Porque cuando algo se rompe es imposible volver a encajar los trozos de la misma manera que estaban antes, siempre quedan espacios, borrones que hacen que la lectura sea incomprensible. Nada volverá a ser como antes. Lo sabes bien. Lo sé bien.

Pasa página. Pasemos página juntos.

sábado, 14 de agosto de 2010

6 días - 6 noches

Me quedan 6 días.   para irme
Nos quedan 6 noches.   para charlar
Me quedan 2 días.   para verte
Nos quedan 2 días.  para estar juntos

No se si estar contenta o ponerme a llorar ya.

lunes, 9 de agosto de 2010

Lo que son las coincidencias.

Esta mañana, después de tanto pedírmelo, cogí el coche y me planté en tu ciudad. No quise llamarte hasta no estar allí. Dejé el coche donde me habías indicado y antes de llamarte preferí pasear un rato para asegurarme de lo que iba a hacer. Hacía calor, mucha. Así que después de pensarlo un par de veces me aventuré a entrar en una cafetería y pedirme un refresco sentándome en una mesa en un rinconcito, no había muchas personas en el local, quizás por ello no me percaté de su entrada, o quizás ya estaba.

Estaba marcando tu número cuando escuché su nombre, un chico la llamaba, es un nombre que llama la atención, por eso miré, estaba de espalda a mí, aunque hubiera estado de frente no hubiera sabido quien soy, así que me daba igual mirarla descaradamente, la descripción que me habías hecho coincidía con la de ella, aunque no le había visto la cara. Quizás el morbo que me daba la situación me hizo levantarme y pedir en la barra otro refresco solo para tener la oportunidad de ver su cara, sus ojos azules y ese pelo no me dejaban dudas, podría ser ella perfectamente. La causante de tu penar.

La descripción física coincidía, pero estaba claro que tu forma de verla no tiene nada que ver con la realidad, o por lo menos, a como la puede ver otra persona. Y sobre todo el beso dejaba perfecta cuenta de que para ella habías pasado a mejor vida. Si te sirve de consuelo, no creo que sea tu tipo, desde luego no es la chica con la que puedes pasear por la calle sin llamar la atención. Su juventud hace incompatible una situación así.
Esta mañana me preguntaba sentada allí, en esa cafetería que el azar había puesto en mi camino, que puede llevar a las personas a comportarse de una manera u otra.

Verla, sin saber a ciencia cierta si podía ser ella o no, me hizo recordar mi relación con Lucía, como puede cambiar una persona cuando se cruza otra en su camino, y a pesar de tener una relación más que estable, ¿qué te hace dejarlo todo y volar en busca de algo que ya tienes?. O como puede haber personas que busquen una relación y una vez lograda, pierdan la ilusión, las ganas, o simplemente sean capaces de terminar sin importarle más allá que sus propios sentimientos, sin dar explicaciones, o tan tontas como que la relación no puede ser.

¿Si no podía ser, por qué la empezaste?
¿Si lo que querías era llevártela a la cama, por qué no ir al grano y dejarte de rodeos?

Tampoco es que lo hubiera consentido, pero quizás nunca me hubiera enterado y hubiera seguido siendo feliz en mi mundo perfecto.

Quizás él, si solo hubiera sido una aventura de una noche de verano, hablando claro, un buen polvo o un mal polvo, ahora no se estaría preguntando ¿Por qué? Y la seguiría viendo como una muñequita de ojos azules con la que se puede echar un…..

También me preguntaba cómo había surgido esto entre nosotros, hacía tiempo que no me sentía atraída por un chico y en apenas unos meses, has hecho lo que ninguno había conseguido.

Sinceramente no se cuanto tiempo pasó hasta que sonó el móvil, solo sé que cinco minutos después te tenía en la puerta de la cafetería montado en la moto.
Pasé por su lado, pensando, tengo suerte y debería darle las gracias por ello, si no hubiera sido por ella, nunca te hubiera conocido, aunque no me atreví.
Pero lo que duraron mis dos refrescos me dejaron claro una cosa, no iba a caer en la misma situación.

Ya hemos hablado de esta relación y lo bien que está así, no merece la pena cambiar nada si así estamos bien. Por lo menos eso los dos lo tenemos claro. Lo que a pesar de haber hablado, incluso deseado, aun no habíamos tenido la oportunidad era lo que en un principio me había traído hasta ti. Y lo que me había hecho vacilar en llamarte nada más llegar.

No quise ni siquiera que te bajaras de la moto, te di un beso en cuanto te sacaste el casco y sin más te solté lo que te solté. Me lo dejó claro la muñequita de ojos azules, mañana dios dirá pero el día de hoy ya no me lo quita nadie. Mejor dicho, el día de hoy ya no nos lo quita nadie.

Ya estamos en la cuenta atrás, apenas 10 días para irnos, Yo a Toronto y tu a París, ahora tan solo nos separan unos kilómetros, dentro de poco serán más de 6000.

Gracias por el día de hoy, me has hecho feliz, más aun si cabía. Y perdona por mis inseguridades, hacía mucho tiempo que no, bueno eso, tu sabes.
Gracias Lu, sino fuera por ti no estaría en España.
Gracias muñequita de ojos azules, aunque hoy me has recordado la “prota” de una peli que me gustaba mucho y que a partir de hoy no volveré a ver con tantas ganas. Pero tengo que darte las gracias, verte, aunque no fueras tú, me ha dado valor.


(Se que te gusta que te cuente cosas y que cada noche esperas que entre y las escriba, durante todo el día de hoy he tenido mariposas en el estomago. Las tenía hiendo para allá y las seguí teniendo volviendo para acá, aunque te puedo asegurar que por causas muy diferentes, y dime como me quito esta sonrisa de boba que se me ha quedado)

Ade♪

viernes, 6 de agosto de 2010

Ayer.

Te he echado tanto de menos ayer.
Que esta mañana cogí el coche y me fui a esa playa que me llevaste.
Recorrí el paseo sin ti, pero contigo.
Me bañé en ese mar helado sin ti, pero contigo.
Entré en esa heladería sin ti, pero contigo, (y esta vez pagué)
Vi de nuevo la misma película sin ti, pero contigo (esta vez no tuvo que venir el acomodador a llamarme la atención)
Me senté en las mismas piedras sin ti, pero contigo.
Vi la misma puesta de sol sin ti, pero contigo.
No me atreví a bañarme desnuda sin ti. (contigo lo hubiera hecho)
Volví escuchando las mismas canciones, cantando a voces, sin ti, pero contigo.

Necesitaba volver a recordar cada momento vivido ese día, para no echarte tanto de menos mañana.

martes, 3 de agosto de 2010

3 de agosto de 1991

Yo     disfrutaba de mis recién cumplidos 14 años.
Tu     dabas el "si quiero"
Feliz Aniversario "sapo" 19 años son 19 años.

Solo tu


Esta noche seré yo.


Cuando comencé este blog, lo hice porque necesitaba desahogarme de alguna manera. Entré de casualidad en un blog, y a partir de ahí comencé este. Comencé a escribir. Aunque más que escribir lo que hacía era quejarme por lo que acababa de perder. Sin darme cuenta que más que perder acababa de ganar, acababa de ganar la posibilidad de volver a ser yo.

Puede que tenga que darle las gracias a dos personas, ambas partes que con sus negativas a querer seguir atadas, a querer seguir avanzando, nos dejaron la posibilidad de avanzar a nosotros por diferentes caminos. Aunque sinceramente no se las voy a dar a ellas, sino a ti, a ti, por esa noche que me abordaste de aquella manera tan sutil, y que sin saberlo, me sacaste de un llanto desconsolado para hacerme reír a carcajadas, fuiste “sincero, claro y conciso”. Te pedí que me acompañaras y sin hacer preguntas, estuviste más de una semana, todas las noches, más de 5 horas, charlando y charlando, sin darte cuenta, sin darme cuenta, que noche tras noche, esperaba tu entrada, tu llegada, tu beso y tu abrazo, y lo hacía mío. Aunque a menudo volvieran a mi mente esos recuerdos que me atormentaban.

Han sido dos meses, con un breve paréntesis para recorrer una ciudad y hacer mío esos rincones, esos rincones que ya son tan tuyos como míos.

Tan solo han sido 53 horas reales, 53 horas en las que me has hecho hacer de todo, cosas que jamás pensé que haría. Cosas que jamás pensé que diría. Y de las que no me arrepiento. Me has hecho sentir cosas que jamás pensé que sentiría. Jamás pensé que te diría que te deseo, que deseaba hacerte mío, tenerte. Darte mi vida por una noche. Nunca había sentido la presencia de nadie tan cerca de mí, a pesar de la distancia que nos separa, que nos separaba. Me has visto dormir, me has despertado con un “buenos días” al oído, me has visto vestirme, desvestirme, has elegido conmigo la ropa que me pondría y sobre todo has estado ahí en esos momentos que necesitaba. Te he puesto mi música, me has puesto la tuya, me has hecho cantar. Me has besado en la mejilla y me has abrazado como hacías todas las noches, sin intentar, sin dejarme, sin pedirme nada más, me has hecho sentir la mujer segura de sí misma, tal y como recordaba que era.

Me gusta cuando te quedas mirándome, me gusta cuando nuestras miradas se cruzan y adivino lo que estas pensando, se lo que poco a poco has comenzado a sentir, a desear, a necesitar, porque es lo mismo que yo comencé a sentir, a desear, y a necesitar.

En ningún momento hemos hablado de amor, y eso me gusta, no quiero hablar de amor, me cansé de la palabra “amor”, prefiero ese “me gustas” porque lo siento de verdad, siento que te gusto y siento que me gustas de verdad.

Suerte, tengo suerte de haberte conocido. Justo en este momento, justo en este instante. Suerte. Mi suerte, cuando más la necesitaba.

Hay una canción que hace tiempo que escuché que me gustó, y que esta noche me gustaría cantarte.

…….

Se nos fue, aquel final feliz
No se han ido las ganas de verte
No se acaban las horas sin ti
No se van
Las noches que te di
Solo tu

Tu recuerdo en mi alma
Solo falta tu
Mirarte y tenerte
Sentir mi presente
De frente mi suerte
Solo tu

Solo tu
Tu infinita sonrisa
Solo falta tu
Besarte y quererte
Sentir mi presente
De frente mi suerte
Solo tu

Las heridas se curan despacio
Las mentiras no tienen edad
El dolor no escucha la verdad
Solo tu
Tu recuerdo en mi alma
Solo falta tu
Mirarte y tenerte
Sentir mi presente
De frente mi suerte
Solo tu

Solo tu
Tu infinita sonrisa
Solo falta tu
Besarte y quererte
Sentir mi presente
De frente mi suerte
Solo tu
Y desaparece
Quiero llegar
Donde tu estés
Donde estés

Sabes, ya lo hemos hablado, dentro de poco, volveré a Toronto, será por poco tiempo, necesito recoger mis cosas, terminar una vida allí, y empezar una nueva aquí. Solo espero que estés a mi lado durante este tiempo, el tiempo que necesite para volver.