sábado, 12 de junio de 2010

Una noche más.


Una noche más esperando. Siento que mi final me acecha. Espera que me duerma para decirme que ya está aquí. Quizás por eso no quiera dormir, quizás por eso sigo despierta noche tras noche.


Son tantas preguntas que aun no tienen respuestas. Son tantas respuestas que aun no tienen preguntas, que me da miedo cerrar los ojos.


Aun siento tu mirada, esa mueca en tu mejilla y tu ¿qué?, que resuena en mi mente.


Y este silencio que me mata, que me lleva irremediablemente a una vida sin ti, pero a la vez me acerca a tu recuerdo. Cada noche es más oscura que la anterior, cada noche el silencio es más profundo.


Este silencio que me enloquece, esta oscuridad que me atormenta. Que me dejan acurrucada en un rincón de mi alcoba hasta que me rinde el sueño, hasta que se apodera de mi ser un nuevo resplandor, un nuevo halo de esperanza con la llegada de la luz de la aurora, y me aparta de tu recuerdo hasta que caiga la noche.


¿Cuántas noches más tendrán que pasar?

¿Cuántas noches más tendré que esperar mi final?


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